martes, 16 de junio de 2009

Aquí…



Tu amor se me quedó aquí, a un lado, al frente.
Mi pecho no se arrepiente,
guarda con amor el calor de tus mejillas
y las travesuras de tu cabellera de oro.
Me recuesto como entonces, cierro los ojos,
fumo; en cada bocanada te dibujo
y mis manos siempre enamoradas
disipan despacito el humo cual si acariciaran
los bellos arcos de tus cejas.
La ternura de mi corazón te abraza,
te recuerda y te ama.
Mis brazos yertos te reclaman, y los puños
quedan apretados en resguardo de esas dos gotitas
que lloraste cuando nos amamos.
Tu amor se me quedo aquí amor,
en el lado que aun te pertenece,
al frente como ruta al horizonte,
y sé seguramente que también atrás.
Fumo; otra nueva bocanada y se forma
parte de tu nuca como fantasía disfrazada,
tu espalda que termina en amor, tus alas,
tus muslos; ahora no acaricio nada, fantaseo y de nuevo fumo,
cierro los ojos, las dudas se disipan;
te quedaste aquí amor, a un lado, en el frente,
en toda mi razón y el alma.
El humo a mí alrededor se gasta,
el cigarro se termina,
despierto de mi utopía amor,
te quedaste aquí envolviéndome la vida,

Después te veo corazón; en mis sueños,
en el humo, en mi piel que huele a ti,
en mi amor que sabe a tu cariño y en mis fantasías.


Due® 1 junio 09

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