lunes, 10 de agosto de 2009

Fidelidad…


Te he escrito amor,
no he dejado el hábito de amarte,
lo hago como disciplina para conservarte
al lado de la fe que siempre te he tenido.
Y mira corazón;
de loco tengo todo, de tonto no amor,
bien supe al conocerte
que no eras de amores largos,
que no te embelesaba la poesía
y que el viento en tus mejillas
siempre era viento
y que por amarme de momento
me contabas que sabia a mi aliento.

Eso no importa vida mía,
no creo en coincidencias, tú lo sabes,
te amo desde antes de tenerte,
desde antes de mirar en tus pupilas
que ya se te estaba haciendo tarde,
desde antes de saber que para ti
en tu camino mi amor sólo seria un remanso.

Te amo amor por despertar
en mi molécula de sentimiento
que tenían casi un siglo de estar durmiendo;
y hablo de lo bello de sentirte al tenerte
y del dolor que me dejaste con tu huida.
Hacia tanto tiempo que sabía
que jamás regresarías,
casi tanto como el tiempo que pasaba
sin sentirme tan humano.

Sé que esto que te escribo, si acaso es leído,
quedara archivado en el olvido.
Eso no importa corazón,
te escribo porque regresaste
a mi vida el compromiso enorme
de sentir de nuevo total fidelidad;
te la tengo amor,
y con todo lo que a tu paso me dejaste,
ahora, otra vez, se la tengo a la vida.

Due® 10agosto09

1 comentario:

eduardo morguenstern dijo...

Un poema con sabores a olvidos que no se olvidan y a recuerdos perennes que no se acaban.
Te dejo mi aplauso y un fuerte abrazo, poeta de los grandes.
Eduardo.